La salud mental ha conseguido meterse en la agenda pública de los últimos años. Aunque lejos de ocupar el lugar que le corresponde dentro de los estándares de calidad de las supuestas sociedades del bienestar, como cada 10 de octubre, el planeta centra hoy su atención en la importancia de esta faceta que es crucial para todas las personas. Desde Ideorama, sus profesionales ofrecen consejos para cuidar la salud digital con motivo del Día de la Salud Mental.
Se trata de una efeméride auspiciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que en España, este año, pone en el centro a los jóvenes y adolescentes, un grupo social que ha sufrido un especial impacto con la pandemia pero al que también afectan otras causas como la perspectiva de un futuro incierto y el cambio en la forma de relacionarnos a través de las últimas tecnologías.
Tal y como reconoce la OMS, desde la gestión emocional del día a día hasta los trastornos mentales, neurológicos o del neurodesarrollo, la salud mental es indispensable para nuestro bienestar personal y social. Sin embargo es una de las grandes olvidadas dentro de los sistemas nacionales de salud, algo que el COVID-19 ha puesto de manifiesto tal y como reflejan algunos estudios que señalan que la salud mental de la población europea ha empeorado debido al confinamiento, las restricciones o el aislamiento. Los expertos ya avisan de que la posible cuarta ola de esta pandemia va a ser la de la salud mental, ya que en muchas ocasiones las personas afectadas a nivel psicológico no piden ayuda hasta que se encuentran sobrepasadas por la situación.
No obstante, el deterioro de la salud mental no puede achacarse únicamente a la pandemia, sobre todo en el caso de los jóvenes. El abuso de la tecnología también causa un efecto nocivo y si nos fijamos en la adolescencia los últimos datos hacen que las alarmas se disparen. De hecho, en las últimas décadas los factores de riesgo en esta etapa de la vida se han transformado, pasando del consumo de alcohol a la depresión, la autolesión y el suicidio, comportamientos en muchas ocasiones potenciados por el mal uso de la tecnología.
Algunos de los problemas relacionados con Internet o las redes sociales y a los que se enfrentan los jóvenes pasan por la comparación respecto del ideal de belleza o perfección y que tanto dista de la realidad, o la falta de socialización con el mundo exterior que se acaba supliendo con la vida virtual.
Por ello se hace prioritario establecer mecanismos que nos permitan detectar y resolver la situación de indefensión de los jóvenes frente a plataformas digitales y donde familia, entorno educativo, profesionales de la salud y todos los grupos implicados en el desarrollo de los jóvenes puedan trabajar conjuntamente para evitar estas situaciones que agravan la salud mental de los adolescentes.
No obstante, cabe destacar también que al igual que con la salud física, las últimas tecnologías pueden jugar un papel muy importante a la hora de cuidar el bienestar y la salud mental si se utilizan de forma correcta, por ejemplo, para avanzar en la investigación de la detección temprana de trastornos, mejorar la personalización de las intervenciones y ofrecer apoyo a un mayor número de personas.
“Cuando hablamos de uso problemático de las TIC, hablamos de la identificación por parte de la propia persona que sufre una interferencia de las tecnologías en su vida desde un enfoque negativo y sostiene sentimientos de malestar al usarlo o al prescindir de su uso. Desde Ideorama dotamos de estrategias a las personas para que puedan identificar esas emociones, interpretar y especificar el problema y, con ello, proponer pautas de reconducción de la conducta para reducir y eliminar ese malestar”, explican desde el área de Intervención que desarrolla un proyecto de trabajo con menores para favorecer un uso saludable de la tecnología a través de propuestas de ocio alternativo que mejora la salud mental de los más jóvenes.
“Cuando hablamos de uso problemático de las TIC, hablamos de la identificación por parte de la propia persona que sufre una interferencia de las tecnologías en su vida desde un enfoque negativo y sostiene sentimientos de malestar al usarlo o al prescindir de su uso. Desde Ideorama dotamos de estrategias a las personas para que puedan identificar esas emociones, interpretar y especificar el problema y, con ello, proponer pautas de reconducción de la conducta para reducir y eliminar ese malestar”, explican desde el área de Intervención de Ideorama que desarrolla un proyecto de trabajo con menores para favorecer un uso saludable de la tecnología a través de propuestas de ocio alternativo que mejora la salud mental de los más jóvenes.
Algunos de los consejos que aportan desde Ideorama para hacer un buen uso de la tecnología y que esta no desgaste la salud mental son:
- Mantener una buena higiene de sueño. Desconecta el móvil por la noche y evita su uso antes de dormir ya que la luz azul que emite hace que el cerebro lo interprete como luz solar y conciliar el sueño es más difícil.
- Establecer horarios para el uso de móvil y videojuegos. Al cumplir los propios objetivos que te propones, sentirás autocontrol y autosatisfacción. Por ejemplo, Instagram tiene una herramienta que te limita su uso.
- Alternar el uso de la tecnología (móvil, ordenador, videojuegos…) con la realización actividades al aire libre: oxigena tu mente.
- Fórmarte y aprender a cuidar tu salud mental. Contacta con tu centro educativo, centro de salud o con Ideorama.
Tal y como indican desde Ideorama, el uso de la tecnología no tendría que suponer un problema. De hecho, el mundo de las TIC ofrece un amplio abanico de oportunidades que nos seguirán ayudando a crecer como persona. “Está en nuestra mano trabajar para que la tecnología sea un aliado para nuestra salud”.
Más información | @Ideorama (twitter), @Ideorama_ (instagram)
Imagen | Marcos López